top of page

Potenciá tu equipo: cómo integrar el valor de introvertidos y extrovertidos en el trabajo




Cuando pensamos en equipos exitosos o líderes con impacto, muchas veces imaginamos a personas extrovertidas: seguras, carismáticas, con presencia. Pero para que una organización realmente prospere, se necesita más que energía y visibilidad. Tanto los perfiles introvertidos como los extrovertidos traen fortalezas valiosas. La clave está en entender estas diferencias y aprovecharlas para construir equipos verdaderamente dinámicos.



Introvertidos: Fuerza tranquila, impacto profundo


En entornos de ritmo acelerado y mucha interacción, los perfiles más reservados suelen pasar desapercibidos o ser malinterpretados. Pero detrás de esa actitud más silenciosa, hay muchísimo valor:


Enfoque profundo y pensamiento analítico


Les gusta ir al fondo de los temas, analizar datos, encontrar soluciones pensadas. Su tendencia a reflexionar les permite ver ángulos que otros pueden pasar por alto.

Pensá en esa persona del equipo que no suele hablar mucho en las reuniones, pero después presenta un informe que cambia el rumbo del proyecto. Su capacidad para procesar a fondo hace que las decisiones sean más sólidas.


Escucha activa


Los perfiles introvertidos tienden a escuchar más de lo que hablan. Esto los convierte en aliados clave para entender a clientes, equipos y usuarios, asegurando que todas las voces sean escuchadas.

Muchas veces, elegir escuchar primero me permitió hacer conexiones más profundas y aportar ideas más significativas. En sesiones de brainstorming, me sirve absorber lo que traen los demás para después conectar los puntos de forma útil y mover los proyectos hacia adelante.


Visión de largo plazo


Mientras que un perfil extrovertido puede brillar en entornos de reacción rápida, los introvertidos suelen ser quienes mantienen la mirada estratégica. Aportan continuidad, sostenibilidad y foco a largo plazo.



Extrovertidos: Energía que impulsa al equipo


Los perfiles extrovertidos se destacan en espacios de colaboración, ritmo rápido y toma de decisiones constante. Su presencia puede ser un motor de energía y avance.


Conectores naturales


Disfrutan del contacto con otros, lo que los vuelve excelentes para generar vínculos dentro y fuera de la organización. Ayudan a crear redes y a abrir puertas.


Acción y empuje


Tienden a tomar decisiones rápido y a poner en movimiento nuevas ideas. Donde un introvertido puede necesitar tiempo para procesar, los extrovertidos empujan hacia la acción. Muchas veces son quienes se lanzan primero y contagian al resto del equipo.


Amplificadores de energía


Traen entusiasmo, y eso puede levantar la energía de una sala o de un equipo completo, especialmente en momentos de presión o cuando las cosas se ponen difíciles.




Más allá de las etiquetas


A veces se asocia introversión con timidez y extroversión con exceso de confianza, pero la realidad es mucho más rica. Todos tenemos algo de ambas tendencias, y se trata más de un espectro que de una etiqueta fija.


He visto personas introvertidas dar presentaciones memorables, y también líderes extrovertidos que hacen espacio intencionalmente para que otras voces tengan lugar.


Una situación que recuerdo: trabajé con un líder muy extrovertido que mantenía al equipo motivado con reuniones muy dinámicas. A la vez, había una persona muy reservada que tomaba nota con cuidado y luego traía ideas clave que ayudaban a definir la estrategia de largo plazo. Juntos, sus fortalezas eran complementarias y el equipo fue imparable.



Diseñar equipos donde todos puedan brillar


Cuando las organizaciones reconocen el valor de cada perfil, los resultados se multiplican. ¿Cómo crear ese entorno?


Fomentá una comunicación equilibrada


Combiná espacios espontáneos con otras instancias más estructuradas. Las reuniones abiertas sirven para ideas rápidas, pero las encuestas, los formularios o check-ins individuales ayudan a captar perspectivas más pensadas. Así, todos tienen lugar para participar a su manera.


Reconocé los aportes de forma equitativa


No dejes que las voces más fuertes opaquen el trabajo silencioso pero valioso. Celebrá tanto las ideas compartidas en una reunión como los análisis profundos que llegan después.


Impulsá el autoconocimiento


Ayudá a las personas a entender sus propias fortalezas y cómo se complementan con las del resto. Hacer duplas o equipos con distintos estilos puede generar resultados muy potentes.


Asigná roles según fortalezas


Alguien más introvertido puede destacarse en estrategia, investigación o desarrollo de contenido, mientras que una persona extrovertida puede liderar conversaciones, inspirar al equipo o abrir nuevas redes. Lo importante es dar espacio a cada uno para que brille en lo suyo, pero también ofrecer oportunidades para explorar nuevas habilidades.



El equilibrio como ventaja



Las organizaciones necesitan tanto la chispa de los extrovertidos como la constancia de los introvertidos. Uno enciende la idea; el otro la mantiene viva. Esa combinación es la que lleva a equipos resilientes, creativos y efectivos.


La clave es dejar atrás las definiciones únicas de lo que significa “tener éxito”. Cuando valoramos a cada persona por lo que es y le damos el espacio para aportar desde su estilo, el equipo no solo funciona. Se transforma.


💬 ¿Querés explorar cómo construir equipos más equilibrados y centrados en las personas? Hablemos.!

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page