Charlas que Suman: El Poder del Feedback Positivo
- Danila Pieruccioni
- 23 ene
- 4 Min. de lectura

Todos conocemos la frase: “una acción vale más que mil palabras,” pero, hay situaciones en las que son las palabras las que más impacto tienen. ¿Cuántas veces pasamos el día enfocados en lo que hay que mejorar, sin reconocer lo que ya se está haciendo bien? En contextos personales y profesionales, el feedback positivo es una de las herramientas más poderosas (y menos utilizadas) que tenemos.
Es fácil caer en la trampa de asumir que las personas saben que hicieron algo bien, pero la realidad es que todos queremos sentirnos vistos y valorados. Un cumplido sincero o un reconocimiento genuino puede marcar la diferencia. Es como dar un regalo que sigue dando: cuanto más reconocés las acciones positivas, más se repiten.

¿Por qué no damos feedback positivo? (Y por qué deberíamos hacerlo)
En muchas culturas, especialmente en el ámbito laboral, solemos enfocarnos más en lo que hay que corregir que en celebrar los logros. El feedback a menudo se percibe como algo reservado para críticas o mejoras. Pero lo cierto es que el feedback positivo es igual de importante, si no más, para impulsar el desempeño y la motivación.
Cuando damos feedback positivo, creamos un espacio donde las personas se sienten animadas y motivadas a seguir dando lo mejor de sí mismas. ¿Cuándo fue la última vez que le dijiste a un colega o ser querido: “Realmente aprecio cómo manejaste esa situación” o “Tu atención a los detalles en ese proyecto fue increíble”? Esos momentos de reconocimiento generan un efecto dominó: las personas repiten esos comportamientos porque saben que son valorados.
El secreto está en ser específico. No se trata solo de decir “¡Buen trabajo!”—aunque es un buen comienzo, suena genérico. La verdadera magia ocurre cuando decís: “Me encantó cómo resolviste ese problema con creatividad y paciencia” o “Tu esfuerzo para asegurarte de que todo estuviera preparado con antelación marcó una gran diferencia.” Este nivel de detalle muestra que realmente prestaste atención y valoraste su contribución.
El impacto del feedback positivo en las relaciones
El feedback positivo no se limita al lugar de trabajo; también es esencial en las relaciones personales. Pensalo: ¿cuántas veces agradecemos a nuestras parejas, amigos o familiares por lo que hacen por nosotros? Un simple “Gracias por ocuparte de eso” o “Realmente valoro tu apoyo hoy” puede fortalecer los vínculos y generar buena voluntad.
En el ámbito laboral, tiene un efecto similar. Cuando un empleado siente que su esfuerzo es reconocido, no solo es más probable que repita el comportamiento, sino que también estará más comprometido y motivado. Las personas no quieren sentirse valoradas solo por grandes logros; también quieren que se reconozcan las pequeñas victorias. Tal vez es un compañero que se queda tarde para terminar un proyecto o alguien que siempre da un paso al frente cuando hay un desafío. Reconocer estos esfuerzos crea un ambiente positivo y refuerza los buenos comportamientos en todo el equipo.
El feedback positivo impulsa el desempeño
¿Sabías que el refuerzo positivo regular puede aumentar la productividad y la retención de empleados? Los estudios demuestran que los empleados que se sienten reconocidos por sus contribuciones tienen muchas más probabilidades de permanecer en la empresa y dar lo mejor de sí mismos.
Pero esto no solo aplica a empleados o colegas. Imaginá lo que el feedback positivo podría hacer por tus amigos o familiares. Reconocer sus esfuerzos fortalece las relaciones y los hace sentir más conectados con vos. El principio es el mismo: cuando las personas se sienten apreciadas, es más probable que sigan esforzándose y construyendo conexiones más sólidas y saludables.

Cómo dar feedback positivo de manera efectiva
Entonces, ¿cómo podés convertir el feedback positivo en un hábito? Aquí hay algunos consejos:
1. Sé específico: No te limites a decir “buen trabajo.” Enfocate en lo que estás apreciando. Por ejemplo: “Realmente valoro cómo manejaste a ese cliente difícil con tanta paciencia y profesionalismo. Marcó una gran diferencia en el resultado.”
2. Sé oportuno: El feedback funciona mejor cuando se da inmediatamente después de la acción. No esperes semanas para decir algo; hacelo en el momento.
3. Sé genuino: Las personas perciben cuando el feedback no es sincero. Asegurate de que tus elogios sean auténticos y reflejen lo que realmente aportaron.
4. Equilibralo con críticas constructivas: Si tenés feedback para mejorar, balancealo con reconocimiento positivo. El objetivo es crear un ambiente donde el elogio y la crítica constructiva coexistan para ayudar a todos a crecer.
5. Celebrá las pequeñas victorias: Es fácil pasar por alto los logros pequeños, pero también importan. Ya sea completar una tarea a tiempo o hacer un esfuerzo adicional, hacé saber a las personas que lo notaste.
Haciendo del feedback positivo una parte rutinaria de tu vida, podés crear un ciclo de motivación que aumente la moral, mejore el desempeño y fortalezca las relaciones, ya sea en el trabajo o en casa.
Convirtamos el Feedback en un Lenguaje que Conecta
Muchas veces escuchamos sobre “lenguajes del amor” en las relaciones personales, pero ¿qué pasaría si pensáramos en el feedback positivo como un “lenguaje profesional del amor”? Es una forma simple de decirle a los demás: “Te veo. Te valoro. Tus contribuciones importan.” Ya sea un colega, una pareja o un amigo, todos merecen escuchar eso.
Al final, cuanto más practiquemos el feedback positivo, mejor seremos en fortalecer conexiones, guiar comportamientos positivos y construir equipos más sólidos. Hagamos del feedback un hábito, no solo cuando alguien hace algo mal, sino cuando lo hace bien.
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